Mi vocación

Elegí estudiar la carrera profesional de ciencias de la comunicación por la marcada tendencia o gran predisposición que estimo tener por el desarrollo de una exhaustiva investigación y la redacción en los diferentes campos de mi futura profesión.

Desde que era muy chico en edad siempre me han encantado los trabajos de investigación que me tocaban realizar en clases. El empeño que le ponía me llevaba a salir casi siempre más que sobresaliente en mi aula. También, por largos periodos (meses), había intervenido de la elaboración de los periódicos murales de mi colegio y, sin ánimo de caer arrogante, lo hacía, en lo que a mi edad acontecía, muy bien. Pero a pesar de todo esto, aún no sabía o no tenía en claro lo que posiblemente optaría estudiar en un futuro que estaba muy cerca.

A continuación contaré qué fue lo que marcó drásticamente mi pasión por estudiar ahora comunicaciones.

Estaba en 4to de secundaria, no había concluido el primer trimestre aún y, al igual que los años anteriores, se iniciaba un proceso similar al que vivimos hasta hace poco en el país: ‘elecciones’ de la alcaldía escolar.
Aquí siempre el colegio tomaba en cuenta a los alumnos de los 2 últimos años secundarios (4to y 5to), asimismo podía participar, pero no estaba tan entusiasmado con la idea. Después de unos días, casi a finales de las inscripciones, gracias a la motivación por parte de mi tutora y compañeros de clase, decidimos postular y, por escasos 12 votos de diferencia, ganamos las elecciones.
El trabajo que nos tocaba realizar, aparte de estar pendientes de la problemática estudiantil dentro del colegio, era asistir a la departamental de lima. Ahí era donde se reunían los alcaldes y regidores de diferentes colegios a plantear los inconvenientes y progresos de cada institución. Fue aquí cuando tuve roce con la labor periodística en acción. Pues en cada charla que había nunca faltaban 2 ó 3 periodistas del estado, que nos cuestionaban y, días después, en la siguiente reunión, nos presentaban artículos relacionados con algún tema polémico.
La verdad es inexplicable el gusto que le encontraba en aquel desempeño que veía. Me atreví a preguntar a uno que otro sobre los inconvenientes y satisfacciones que les había traído realizarse como periodistas, y las respuestas, a pesar de todo, fueron entusiásticas. Esta experiencia fue la base medular de la alternativa que escojo hoy como profesión.

Mi inclinación fue también por lo pragmático: las múltiples especializaciones que posee esta profesión, el vasto mercado (más opciones laborales) y, lo más interesante e influyente: ser una joven disciplina que actualmente se abre al mundo.